Custodia agraria
La custodia agraria son una serie de estrategias y herramientas de gestión del territorio centradas en el ámbito agrario que se combinan con otras ya existentes en la conservación de la biodiversidad, patrimonio cultural y paisaje.
Los actores principales en este sistema de gestión son los propietarios de los terrenos (cedentes) y los usuarios (cesionarios) que a partir de la constitución de un Acuerdo de Custodia (cesión de la explotación agraria) se encargan de su mantenimiento.
El Acuerdo de Custodia Agraria es un pacto voluntario entre las dos partes que establece una serie de compromisos con el fin de mantener la explotación agrícola y conservar el medio natural del terreno o parte del terreno del propietario.
La custodia agraria, además de conservar el entorno agrícola y recuperar tierras abandonadas, intenta generar productos agrarios de calidad consiguiendo de esta forma hacer viables las explotaciones agrícolas.
Permite articular una serie de medidas para hacer frente a la actual crisis ecológica, económica y social del sistema agroalimentario y de un modelo territorial dominante.
Con la custodia agraria se promueve un cambio en la orientación del modelo agroalimentario, con el objetivo de cambiar cantidad por calidad y que sea compatible con la conservación de los recursos naturales, culturales y paisajísticos de los sistemas agrarios.
Este sistema de gestión integra la perspectiva económica y de corresponsabilidad de las partes que permite construir un modelo agroalimentario coherente en el marco de la soberanía alimentaria y esto es positivo porque democratiza los procesos que atañen a la alimentación.